La histamina es una importante amina, la cual es indispensable para que nuestro cuerpo funcione óptimamente. Actúa como neurotransmisor (químico que tiene la capacidad de transmitir mensajes de célula a célula en el sistema nervioso), puede actuar como mediador inflamatorio, en la permeabilidad de los vasos capilares, en la contracción muscular, en la regulación del ácido gástrico del estómago y en la función cerebral. Las concentraciones más altas de histamina se encuentran en la piel, pulmón, estómago y en pequeñas cantidades en el cerebro y el corazón.
La histamina también es esencial en defender el cuerpo de importantes enfermedades causadas por virus, bacterias, hongos o parásitos.
Como he dicho anteriormente la histamina, es de las primeras sustancias reconocidas como mediadoras de la inflamación. De hecho, actúa como mediadora en los síntomas de una reacción alérgica, juntamente con otros mediadores inflamatorios.
Los niveles de histamina en sangre considerada como “normales” son entre 0’3 y 1’0 nano gramos por mililitro (ng/ml). Cada persona tiene un nivel de histamina que puede tolerar sin tener síntomas. Cuando la persona excede este nivel pueden aparecer los síntomas. Estos pueden ser dolor de cabeza, piel rojiza, picores en mucosas, mucosidad… Estos pueden aparecer después de una comida por ejemplo. Algunos alimentos son los causantes de elevar la histamina; aunque la aparición de los síntomas no son los mismos ni en la misma intensidad para las personas. Dependiendo de la actividad genética, cambios hormonales, (como las diferentes etapas de los ciclos menstruales y la menopausia) y algunos medicamentos favorecen “intolerancia a la histamina”.
Fisiológicamente, cuando la histamina sobrepasa los niveles establecidos, estas dos enzimas la degradan. El problema surge cuando el proceso de descomposición no es suficientemente rápido para reducir los niveles en sangre. Cuando esto sucede podemos empezar a tener signos y síntomas parecidos a una reacción alérgica.
Estos pueden ser:
No hace falta tener todos estos síntomas, sólo con tener alguno de ellos, puede indicar un problema con la histamina.
Otros síntomas descritos en la clínica, como el eczema y el choque anafiláctico también tienen relación con una deficiente eliminación de la histamina.
La histamina en las mujeres se debe tener en cuenta, pues ésta puede fluctuar dependiendo del ciclo menstrual en el que se encuentra. Exactamente en el pico de ovulación y los días antes de la menstruación.
Se debe tener en cuenta que durante el embarazo, las mujeres se les puede disminuir los signos y síntomas producidos por la histamina, esto es debido a que la placenta produce cantidades importantes de DAO y así, puede degradar la histamina fácilmente. Desafortunadamente, cuando deja de estar embarazada vuelven los síntomas.
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